Danzamos desde el laberinto
sin aturdir

Quebramos los ojos

Exisitmos entre las adormecidas

Vamos al encuentro.


Desterramos los surcos
de los viajes intranquilos

Brotamos
tejemos en los recovecos tenebrosos
los poema-canción que nos nombran


Atravesamos los vestigios de lo opuesto
sin escuchar las voces circulares

Es la existencia


Nuestros cuerpos son nexos torcidos
del otro lado del umbral

No hay comentarios:

Publicar un comentario