carta abierta para una mujer :

no fui yo quien te trajo hasta acá

y no puedo sacarte de esos lugares oscuros
( si vos no querés )

apenas conozco el sonido de tu voz
y no puedo escucharla hoy
pero sé que estas gritando
( ahí adentro )

sé que la grieta se abre
y que la noche llega hasta tus ojos
( siempre )
sé también
del frío de tus manos

yo te digo :
- estoy acá
en mi jardín y me encantaría cuidarte los ojos -


me gustaría que digas que si

que no tengas miedo
que no llores a la noche
que no extrañes lo que no existe
que dejes todo y corras
( hasta mi )


no fui yo quien te trajo hasta acá
pero puedo extender mi mano
hasta vos
para traerte hasta el sol
de acá